El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán convocó a los alemanes y chilenos torturados en Colonia Dignidad, dirigida por Paul Shäfer, y pidió perdón por los actos de terror cometidos en el lugar durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

La colonia, fundada por Shäfer en 1961 en la comuna de Parral, Región del Maule, funcionó como centro de detención y tortura durante décadas, y fue el lugar donde su fundador cometió reiterados abusos sexuales contra menores.

Las cosas que sucedían se comenzaron a saber gracias a personas que escaparon de la Colonia y denunciaron a distintas autoridades, entre ellas la Embajada de Alemania en Chile, a la que pidieron asilo. La Embajada, sin embargo, rechazó las solicitudes e hizo la vista gorda.

Este es el hecho que Frak-Walter Steinmeier, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, calificó como “un capítulo negro en la historia de la diplomacia alemana”, luego de que en la reunión se exhibiera la película Colonia, protagonizada por Emma Watson. Agregó, además, que “es evidente que los diplomáticos perdieron la orientación e hicieron muy poco para proteger a las personas que buscaban escapar del maltrato”.

La película refleja uno de esos casos, donde una pareja escapa de Colonia Dignidad y llega a Santiago para pedir ayuda al embajador alemán, quien les traiciona y busca impedir, con la complicidad del ejército, que la pareja pueda regresar a Alemania.

“Las denuncias que se plantean en la película encierran una verdad apremiante y es una cinta muy dura”, aseguró el ministro, admitiendo que fue la obra la que le llevó a organizar la reunión, invitar a las víctimas y pedir perdón. “Fue el golpe artístico de la película que necesitábamos para reunirnos aquí. El mundo de la cultura puede tener una influencia muy importante en la política”, dijo Steinmeier.

El ministro ya había ordenado recortar en 10 años el plazo que la ley estipula para permitir que se desclasifiquen archivos del ministerio que contienen información sobre el episodio, como medida reparatoria. Además, aseguró que el hecho se convertirá en caso de estudio permanente en la Academia Diplomática del ministerio de Asuntos Exteriores, para que nunca más se repita. PUB/FHA